Dormir mal afecta a la Articulacion Temporomandibular (ATM)

El sueño es una necesidad humana básica, tan importante como alimentarse y ejercitarse, dormir es imprescindible para la salud física y mental.  Generalmente oímos que “es necesario dormir 8 horas por noche” para tener una buena calidad de sueño, sin embargo con respecto al sueño cantidad NO es lo mismo que la calidad.

Dormir es esencial para la salud, ya que varias funciones son atribuidas al sueño, entre ellas podemos citar: la recuperación de energía utilizada durante el día, el mantenimiento del equilibrio general del organismo (homeostasis corporal), el fortalecimiento del sistema inmunológico, crecimiento, control de peso, reparación de tejidos dañados, consolidación de la memoria, concentración, aprendizaje, entre otros­.

El sueño no es un estado pasivo o inactivo, es por el contrario un proceso activo que envuelve múltiples y complejos mecanismos fisiológicos y comportamentales a nivel del sistema nervioso central (cerebro), que ocurre de forma cíclica todas las noches. El sueño de individuos saludables, se dividen en 2 estadios distintos: el sueño más lento o sueño NO REM que se divide en 3 sub estadios (N1, N2, N3, N4) y el sueño con actividad cerebral más alta  o sueño REM, a lo largo de la noche el sueño REM y NO REM se alternan cíclicamente y se repiten cada 90 a 120 minutos, con 4 a 6 ciclos por noche.

 

 

 

Normalmente el sueño NO REM, principalmente el estadio N3 y N4, se concentra en la primera parte de la noche y está relacionado al “sueño restaurador”. Y el sueño REM predominante en la segunda mitad de la noche, está relacionado a las actividades cerebrales, importantes en la consolidación de la memoria, regulación de humor y concentración.

Cuando un individuo no consigue tener una calidad y/o cantidad de sueño suficiente por una restricción voluntaria de sueño o por causa de un disturbio de sueño no diagnosticado o no tratado el sueño se puede tornar no reparador.

 

 

Como varios neurotransmisores asociados al sueño también están envueltos en la percepción o modulación del dolor, un ciclo vicioso entre dolor y sueño se parece formar. De esa forma,  individuos que relatan un día de dolor intenso también relatan una noche de sueño no reparador, y ese acto podría repercutir en un día siguiente de mayor sensibilidad al dolor. Por lo tanto, se sugiere que para la prevención y el tratamiento del dolor crónico, se mejore la calidad de sueño.

La relación entre Trastornos de la Articulacion Temporomandibular ATM o Disfuncion Temporomandibular (DTM) y mala calidad de sueño ya está bien establecida. Un sueño fragmentado y de baja calidad es más común en individuos con DTM que en individuos sin DTM. Además, individuos que relatan baja calidad de sueño presentan un riesgo dos veces mayor de desarrollar DTM dolorosa, otro dato alarmante es que aproximadamente el  75% de los pacientes con DTM presentan diagnóstico de por lo menos un disturbio del sueño.

Es por ello que al evaluar a los pacientes que sufren de Disfuncion Temporomandibular (DTM) hay necesidad de una investigación formal de los Disturbios de Sueño que podría estar agravando su trastorno. Los disturbios de sueño más prevalentes en pacientes con DTM son el Insomnio y el Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño.

El insomnio afecta aproximadamente al 15% de la población en general y es considerado un problema de salud pública, aproximadamente 36% de los pacientes con DTM sufren de insomnio.

 

 

 

La repercusión del Síndrome de Apnea Obstructiva del sueño (SAOS) en la salud en general viene aumentando, pues se sabe que el SAOS está fuertemente asociado con enfermedades cardiovasculares, complicaciones metabólicas, somnolencia excesiva, alteraciones de humor y neurocognitivas. Un estudio realizado en la ciudad de São Paulo, observo que la prevalencia de SAHOS llega al 32,8%10 de la población adulta. El SAHOS es caracterizado por eventos recurrentes de obstrucción de las vías aéreas superiores durante el sueño, asociados a síntomas clínicos (somnolencia excesiva diurna, sueño no restaurador, fatiga, insomnio, ronquido alto y/o pausas respiratorias durante el sueño).

Estudios recientes sugieren que adultos que relatan dos o más síntomas de SAOS parecen tener 75% más riego de desarrolla DTM.  Al mismo tiempo, se sabe que aproximadamente 50% de los pacientes diagnosticados con SAOS también presentan DTM dolorosa.

Así podemos concluir que los Disturbios del Sueño NO diagnosticados, no solo contribuyen con una mala calidad de sueño, sino que afectan la salud en general. Además se ha demostrado que una mala calidad de sueño, incrementa el sufrimiento de las personas que sufren de cuadros dolorosos crónicos.

La identificación de una mala calidad de sueño y el encaminamiento para una evaluación formal es un importante paso en el control de pacientes con DTM dolorosa, especialmente en casos crónicos. Adopte los siguientes hábitos saludables para dormir.

 

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